lunes, 20 de junio de 2011

Envase semilleno, cabeza semihueca

El otro día compré este paquete de detergente para lavavajillas:

detergente lavavajillas
Al abrirlo, me encontré con este paisaje químico y, ya ves tú, me mosqueé con el paquetito de detergente.


Por un lado, porque no veo muy necesario que cada pastilla vaya envuelta individualmente. La consistencia de las pastillas lo hace prescindible. Plástico superfluo multiplicado por 42. Por otro lado, y no sé qué es peor, porque es evidente que sobra caja. También podríamos decir que faltan pastillas, pero no sería justo: supongo que dentro están las 42 dosis prometidas; no me dio por contarlas. Así que hice una raya donde debería terminar la caja, dejando un pequeño espacio por encima de su contenido:


Una vez determinada la altura que se debería haber utilizado en el diseño del envase de cartón, se me ocurrió hacer unos sencillos cálculos.
Sus dimensiones: 19 cm de ancho, 7,5 cm de profundo y 24 cm de altura. Si el envase hubiera sido fabricado más racionalmente, con la altura reducida hasta la línea azul, esta habría sido de 14 cm.
En ese caso, su superficie total habría pasado de 1.557 a 1.027 cm2, , lo que supondría un ahorro del 34% del cartón utilizado para su fabricación, lo que no es moco de pavo. Pero no solo se habría reducido la materia prima. Vamos a fijarnos en su volumen. Sin necesidad de calcularlo, el volumen se reduce en la misma proporción que la altura: un 42%. Es decir, un 42% de ahorro en los costes de transporte y almacenamiento.
Recuerdo que de niño los envases de detergente (de lavadora, los lavavajillas eran muy escasos) venían en unos enormes envases cilíndricos con un cartón muy grueso. Después los hicieron de paredes más finas y prismáticos, de manera que al apilarlos no quedaran huecos, lo que sí sucede al empaquetar cilindros. Con ambas cosas se redujo tanto la materia prima como el espacio. Por eso no se entiende la actitud de esta empresa química, y me temo que si nos ponemos a revisar lo que hay en los estantes de los supermercados nos encontraremos con que es un fenómeno demasiado frecuente. Conozco una multinacional sueca del mueble, que no voy a nombrar y que dudo que adivinéis cuál es, que se jacta de reducir al mínimo sus embalajes:
"No diseñamos los paquetes planos para vender más, sino para ahorrar. Los paquetes planos optimizan la carga y minimizan el transporte de los productos".
A ver si tomamos ejemplo, señores.

4 comentarios:

  1. Si con una caja más grande, en la que parece que hay más producto, venden más con unos costes similares... ya han ganado.

    Un saludo!

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  2. Eso ocurre también con las bolsas de patatas fritas y snacks salados "de marca". Y bueno, con algunos yogures, con muchos alimentos congelados, con algunas botellas de refresco... la lista es interminable. Por eso cada vez voy reduciendo más el número de productos a comprar. Te estafan a la primera de cambio.

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  3. Es que se necesita mucho cartón para poner el "+50%GRATIS" con letras grandes.
    Algún día habría que estudiar qué fuerzas tan podeosas son las que provocan la atraccíon de los consumidores por palabras como gratis, oferta, rebajas, ...
    Saludos.

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